lunes, 8 de enero de 2007

Mitos y falsas creencias sobre la alimentación

abc.es
- No importa cuánto comamos, lo importante es no mezclar hidratos y proteínas, suele afirmarse en las «dietas disociadas». Sin embargo carece de fundamento científico ya que nuestro cuerpo se encuentra dotado de enzimas capaces de digerir los alimentos juntos o separados. Algunas personas pierden peso con estas dietas porque la alimentación se torna monótona y comen menos.
- Para perder peso lo mejor es evitar los hidratos (pan, cereales, azúcar, legumbres y pastas). Los hidratos de carbono son nuestra principal fuente energética (deben aportar el 55 por ciento del total de las calorías) y por otro lado aportan sólo 4 kcal/g, a diferencia de las grasas (9 kcal/g). Una dieta restrictiva en hidratos será rica en proteínas y grasas, lo que favorece el colesterol y ácido úrico.
- Los productos «light» son bajos en calorías. Un producto «light» es aquel al que se le ha reducido o eliminado alguno de sus componentes. No significa necesariamente que tenga pocas calorías.
- Beber zumo de naranjas, pomelo o limón por las mañanas quema las grasas. Ningún alimento tiene esa función. Es muy saludable acompañar el desayuno con frutas por su aporte vitamínico.
- Saltarse comidas ayuda a adelgazar. En realidad puede desencadenar una mayor ingestión de alimentos en la siguiente. Y el cuerpo compensa la pérdida de energía ralentizando el metabolismo.
- Las dietas ricas en proteínas ayudan a adelgazar. Son fundamentales en una dieta equilibrada pero no adelgazan y deben ser consumidas con moderación (15 a 20 por ciento del total de la dieta), ya que su exceso no tiene ventajas y suelen ir acompañadas de abundantes grasas de origen animal.
- El aceite de oliva no engorda. Todos los aceites vegetales tienen las mismas calorías, 9 Kcal./g. Debemos consumirlos con moderación. El aceite de oliva tiene más efectos beneficiosos para la salud.
Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada (www.senba.es)

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